Empastes dentales, cómo cuidarlos de la mejor forma
Que levante la mano el que no tenga uno o varios empastes dentales en su boca…prácticamente todas las personas adolescentes y adultas se han tenido que colocar uno por culpa de una caries dental. Hoy venimos a hablarte sobre los empastes que, con el discurrir del tiempo, van perdiendo color. Pero no sólo eso, también suelen desgastarse ya que se encuentran expuestos a todo tipo de abrasiones simplemente con el hecho de comer.
Todo ello hace que resulte fundamental que acudas a tu Clínica Dental para someterte a una revisión y ver el estado de tus empastes dentales. Te contamos en el artículo de hoy todo lo que debes saber para conservar tus empastes de la mejor manera posible.
Por qué se desgastan los empastes dentales
Como bien sabrás, los restos de comida que permanecen en la boca suelen ser siempre un foco de bacterias de todo tipo. Por todo ello resulta fundamental llevar una buena higiene dental. Y es que estos restos suelen acumularse en cualquier grieta o fisura que encuentran en un empaste, dando lugar posteriormente a la aparición de una caries dental.
Esta caries, a pesar de que se encuentre justo debajo del empaste, continúa creciendo. Además, puede no llegar a producir molestia alguna hasta que la caries se ha extendido por la pieza dental afectada. Por todos estos motivos resulta fundamental someterse a revisiones periódicas y, si se hiciese necesario, sustituirlo por un empaste dentario nuevo.
Diferentes estados de un empaste
En función del estado en que se encuentre el mencionado empaste, podemos encontrarnos con hasta 3 tipos distintos como los que se describen a continuación.
Empaste dentario agrietado
Un empaste agrietado se produce en el momento en el que éste está en una altura superior al propio diente donde va colocado. Por todo ello, sufre mucha mayor presión delo normal en la mordida, que hace que con el paso del tiempo termine agrietándose. Sucede ello tanto con las conocidas como amalgamas de material de plata como con los empastes conocidos con el nombre de Composite.
Empastes despegados
Un empaste puede llegar a despegarse totalmente de la pieza dental por 2 motivos claros:
Si se interpone saliva entre lo que es la pieza dental y la propia restauración justo en el instante que se coloca el empaste. Esto hará que el material que emplea el dentista no trabaje como debería, dando como resultado final que el empaste se despegue completamente y caiga.
Por culpa de que el material que se ha empleado para la realización del empaste dental no es capaz de aguantar la fuerza y presión que se ejerce sobre él, por lo que finalmente se cae.
Empaste dental que se ha desgastado completamente
En determinados casos, el empaste se debe sustituir tras el paso de 5 años, aunque también se dan otros casos en el que el empaste dental llega a aguantar hasta 15 años. Será tu Dentista el que mejor sepa valorar si se debe o no sustituir dicho empaste en una de tus revisiones periódicas.
Relación entre el bruxismo y los empastes
Aquellas personas que padecen de bruxismo corren mayor riesgo de llegar a perder sus empastes. Todo ello se debe al rechinar de los dientes, ejerciendo de esta manera mucha más fuerza y abrasión en el empaste, con lo que el desgaste es mucho mayor, llegando incluso a quebrarse o caerse completamente.
La mejor forma de cuidarlos y mantenerlos
Como hemos comentado anteriormente, un empaste debe de durar entre los 5, 10 ó 15 años, dependiendo siempre de cada paciente. La mejor forma de mantener en buen estado los empastes dentales es acudir de forma regular a tu Clínica Dental para su supervisión.
Existen una serie de síntomas por los que puede que se requiera acudir antes, entre los que podemos destacar:
- Notar o ver que se ha quebrado o agrietado el empaste por algún motivo
- Tener una mayor sensibilidad en los dientes
Aparte de estas visitas periódicas, resulta fundamental llevar una buena higiene dental, cepillándose los dientes al menos 3 veces diarias, así como el empleo de hilo dental o enjuagues bucales. Otra opción muy válida es el empleo de férulas nocturnas en el caso de que los empastes tiendan a agrietarse.