Muy buenas querido lector, ¿has oído hablar alguna vez sobre la glándula parótida inflamada?
Porque hoy venimos a hablar sobre ello, cómo puede afectar a su salud bucodental, sus síntomas, causas y los mejores tratamientos para ello.
Debes saber que dentro de nuestra boca tenemos más glándulas de tipo salival.
Por ejemplo, las podemos encontrar en nuestra lengua, en nuestro paladar o en las mejillas o labios. Suelen tener un tamaño más bien reducido, salvo aquellas que se encuentran bajo las orejas.
Las glándulas más grandes en cuanto a tamaño se les conoce con el nombre de glándulas parótidas, que es el tema que tratamos hoy y afecta de forma diferente a adultos que a pequeños.
Causas de su aparición
Esta glándula se puede hinchar por muy diversos motivos que pasamos a detallarle más en profundidad a continuación.
Infecciones bucales generados por las bacterias
Como ya hemos comentado muchas veces anteriormente, no llevar una buena y correcta salud bucodental deriva, irremediablemente, en todo tipo de problemas e infecciones bucales al aumentar el número de bacterias presentes en la boca.
Todo ello hará que las glándulas parótidas tiendan a inflamarse.
Posible aparición de tumores
La aparición de un tumor en dicha glándula puede llegar a ser como un tapón que obstruye el normal flujo de nuestra saliva.
Ello da lugar a que se llegue a hinchar e inflamar, ya que el conducto no es capaz de poder vaciar la saliva que contiene.
Posible aparición de piedras
Como acabas de leer, la saliva de esta clase de glándulas acaba por vaciarse al lado de nuestros molares superiores a través de un conducto.
OJO, porque en ciertas ocasiones, se pueden llegar a formar piedras en dicho conducto.
Cuando ello sucede, la saliva queda obstruida y bloqueada, por lo que se crea un “ambiente” totalmente favorable para que las bacterias campen a sus anchas y crezcan en número.
Al quedar obstruido, es más que posible que se inflamen, especialmente en personas adultas.
Aparición de paperas
Las paperas aparecen siempre por motivos de infección y suele ser más acusado en niños, aunque las personas adultas lo pueden padecer también.
Y dicha infección también es la causante de la inflamación de la glándula parótida que nos ocupa en el día de hoy.
Además, son altamente contagiosas y es muy importante poner solución, especialmente entre los más pequeños de la casa.
En caso contrario, la infección se puede complicar, derivando a otros problemas en los oídos.
Otra clase de enfermedades
Enfermedades como el SIDA pueden causar también la inflamación de la glándula salivar.
Ello se debe a que el sistema inmunológico es capaz de invadir dichas glándulas, haciendo que funcionen de forma incorrecta.
También personas diabéticas, que sufren de artritis de tipo reumatoide o aquellas que abusan demasiado del alcohol son el blanco perfecto para la inflamación de dichas glándulas.
Síntomas que ocasiona
La hinchazón de esta clase de glándulas genera, obviamente, una serie de síntomas y manifestaciones que varían y cambian según la causa que llega a producirlo.
A continuación te enumeramos los signos más comunes para que la glándula se hinche:
- Dolor en los oídos de forma constante, incluso al comer
- Complicaciones a la hora de ingerir la comida o beber líquidos
- Alteración en el sentido del gusto
- Dolores de garganta, dolor facial y músculos
- Pérdida de las ganas de comer
- Vómitos y nauseas
- Dolor en la misma glándula
El mejor tratamiento
Es importante aplicar un tratamiento cuanto antes cuando se padece de inflamación de la glándula parótida, ya que retrasando su tratamiento puede ocasionar la aparición de pus en dichas glándulas.
Además, es importante saber que nuestra saliva juega un papel esencial en estos casos, ya que ayuda a tener nuestra boca húmeda y digerir los alimentos que tomamos de la forma más adecuada. En caso de que nos falte saliva, ello se conoce con el nombre de xerostomía que tratamos en su día en este artículo.
Incluso ayuda a la prevención de la posible aparición de caries bucal. Es por ello que resulta de vital importancia ingerir, al menos, un par de litros de agua al día.
Y en caso de que llegues a padecer alguno de los síntomas descritos en este artículo, pásate por nuestra clínica dental, que estaremos encantados de ayudarte en todo aquello que necesites.