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Las mentiras sobre las garantías de por vida

Algunas clínicas dentales, especialmente las franquicias anuncian una garantía de por vida en tratamientos de prótesis fija. Lo primero es definir qué es la prótesis fija. Se entiende por  prótesis fija, cualquier tipo de restauración que pretende reponer una ausencia dental siendo imposible de ser retirada de la boca por parte del paciente. Por tanto se engloban en esta categoría los puentes fijos bien apoyados sobre implantes o dientes naturales, independiente del material en el que estén fabricados (metal cerámica, circonio, resina, etc). No se incluyen sobredentaduras,  ya que aunque quedan retenida por dos o más implantes, el paciente puede y debe removerlas por si mismo para mantener una correcta higiene.

Estas garantías de por vida se aplican bajo la forma de un contrato entre la clínica y el paciente en el que generalmente se indica que la garantía solo cubre las piezas y componentes utilizados en la restauración pero no el fracaso por causas biológicas dependientes del propio paciente. ¿Que quiere decir esto?

Significa que si por ejemplo un implante requiere ser retirado por una infección o pérdida osea a corto, medio o largo plazo, el gasto corre a cuenta del paciente. Si al quitar el implante la rehabilitación deja de ser útil y hay que colocar un nuevo implante y una nueva corona, el paciente debe hacerse cargo de un nuevo presupuesto.

Huir de los reclamos

Otro ejemplo es cuando un diente que tiene una endodoncia (se le ha matado el nervio) y una funda, y por algún motivo la raíz fractura o se infecta. En este caso no se aplicará ninguna garantía ya que aunque la pieza dental sea inservible, la corona puede que esté en perfecto estado. Ocurre igual si, esta misma pieza dental tiene un problema periodontal (encía enferma) y tiene que ser retirada o tratada, la garantía no cubriría el tratamiento a realizar.

Entonces, ¿cuando si cubre? En los casos en los que por cualquier motivo,  la cerámica se fisura y salta. Es frecuente especialmente en restauraciones sobre implantes debido a que el paciente no tiene sensibilidad a la hora de ejercer presión con los implantes. En estos casos sí que la garantía cubriría la sustitución.  Lo que ocurre es que a efectos reales, en muchos casos es inviable descementar la rehabilitación ya que puede estar fuertemente cementada a los pilares de implante. Por tanto a efectos prácticos, a no ser que el daño tenga claras consecuencias para la estética,  la clínica intentará tranquilizar al paciente y posponer una reparación que tal vez nunca se lleve a cabo.

Más allá de este entrecijo, lo lógico es pensar que nadie da duros a pesetas. No existe nada que se pueda garantizar de por vida. Los materiales sufren un desgaste y una fatiga debido al uso. Todo material colocado en la boca sufrirá con el paso del tiempo y en las mejores condiciones, la boca envejecerá. Las encías se retraen y las fundas requerirán ser cambiadas pasadas un tiempo si se quiere preservar la estética. Los implantes sufrirán pérdida ósea que  en el mejor de los casos repercutirá en la estética y en el peor, deberá ser retirado cuando la pérdida osea es exagerada (periimplantitis). Según estudios las tasas de éxito para una rehabilitación bien mantenida por el paciente y controlada por el dentista en condiciones ideales podrá durar de 20 a 30 años.  Las prótesis de mama se deben reemplazar cada 10 años.

Creo que lo razonable es ponerse en buenas manos y huir de cualquier reclamo publicitario que emplee como factor añadido la garantía de por vida. Un trabajo duradero es el que se ha planificado correctamente, ejecutado a conciencia y precisión, y mantenido adecuadamente tanto por el dentista como por el propio paciente.

15/07/2015, Dr. Daniel Tafur

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